domingo, 15 de julio de 2007

Manifiesto NCT 2007

MANIFIESTO POR UNA NUEVA CULTURA DEL TERRITORIO

La destrucción del territorio ha creado una crisis política y ambiental sin precedentes en la historia de nuestra provincia. Marbella es el paradigma, pero no es un hecho aislado. Hemos urbanizado todo el litoral desde Manilva a Nerja, propiciando un turismo de residentes y creando, en muchos casos, verdaderos guetos de población extranjera. El agotamiento del suelo en el litoral ha hecho que esta actividad se extienda a los municipios del interior, destruyendo nuestras principales tierras agrícolas de calidad.

Todos los datos científicos alertan que ya se está produciendo un cambio climático, cuyas consecuencias inmediatas para la provincia de Málaga son el aumento de temperaturas, la desaparición de playas por la subida del nivel del mar y sobretodo, la disminución de las precipitaciones anuales y el aumento de las lluvias torrenciales (menos agua y mal distribuida) con la consiguiente disminución de los recursos hídricos. Sin embargo en la provincia se sigue actuando como si no pasara nada: aumento del transporte privado y construcción de centrales térmicas (principales causantes del cambio climático), destrucción de playas con paseos marítimos y urbanizaciones, planes para aumentar la población de los municipios sin tener en cuenta sus necesidades de agua, y fomento de la construcción de campos de golf, (grandes consumidores de agua). En la provincia de Málaga, que es la que más campos de golf tiene de España, se proyectan crear más de 70 nuevos campos de golf y construir 600.000 nuevas viviendas en una provincia que cuenta con más de 100.000 viviendas vacías. Nunca hemos tenido tantas viviendas y nunca el acceso a ellas ha sido tan caro.

El dinero fácil de las promociones inmobiliarias ha creado una cultura del pelotazo que ha deslegitimado a las corporaciones locales. Constructores, políticos, abogados y jueces se encuentran entre los implicados en grandes tramas de corrupción. Se ha primado la obtención de dinero rápido sobre la creación de un tejido productivo sostenible. Han aparecido nuevos ricos y nuevos empobrecidos, aunque la bonanza económica ha amortiguado la visualización de estos últimos. Sin embargo este modelo se está agotando. Hemos dilapidado los recursos de generaciones futuras sin pensar en las consecuencias a largo plazo. La caída inevitable de la construcción va a generar una crisis económica que va a afectar fundamentalmente a la población trabajadora. El capital se fugará a otras actividades lucrativas en otros países, pero la destrucción urbanística permanecerá en nuestra tierra, sin que ésta produzca los beneficios prometidos.

El crecimiento ya no es un objetivo sino el problema. El objetivo tiene que ser la calidad del empleo, la calidad de vida, la conservación de los recursos naturales, la generación de una economía sostenible y diversificada, y todo esto está en oposición al crecimiento urbanístico y demográfico sin límites, y al modelo de segundas residencias.


Para cumplir con estos objetivos proponemos los siguientes puntos:

1. Protección del suelo fértil y los espacios naturales

- Promover Planes de Ordenación del Territorio (POT) que ordenen y protejan el territorio forestal y agrícola.

- Retorno al modelo europeo de legislación donde el suelo siempre está protegido y regulado.

- Cierre de las canteras ilegales y racionalización de las explotaciones mineras. Restauración del paisaje y de la masa vegetal existente.

2. Urbanismo sostenible

- Crecimiento del suelo urbano como máximo un 1% anual. Medidas fiscales y financieras que limiten el modelo de segundas residencias.

- Regulación del mal llamado turismo de residencia, limitándolo con medidas fiscales y de control urbanístico.

- Prohibición de la construcción de urbanizaciones difusas y las conurbaciones.

3. Vivienda digna para todos

- Cumplimiento del artículo 47 de la Constitución Española, garantizando el derecho de acceso a una vivienda digna, el uso del suelo de acuerdo al interés general y prohibiendo la especulación.

- Apuesta por la vivienda como objeto de primera necesidad, liberando al menos el 80% de los nuevos suelos urbanizables para VPO.

4. Nueva Cultura del Agua

- Moratoria en la aprobación de más campos de golf. Los existentes han de regarse exclusivamente con aguas depuradas.

- Protección de los acuíferos que suministran agua a las poblaciones.

5. Lucha contra el Cambio Climático

- Opción decidida por el transporte público (ferrocarril, cercanías, autobús) y no contaminante (bicicleta, peatón). Abandono de los proyectos de autopista de peaje Las Pedrizas, o el de aeropuerto en Antequera.

- No a las térmicas. Apuesta por las energías alternativas (como la solar) y los planes de reducción del consumo y aumento de la eficiencia energética.

6. Lucha contra la corrupción y la especulación urbanística

- Mayor responsabilidad a todos los partidos políticos en la elaboración de las candidaturas a cargos públicos, para que recojan ciudadanos capacitados, íntegros, con espíritu de servir al interés general, capaces de resistir las presiones de los grupos inmobiliarios y sensibles con la caótica realidad urbanística que vivimos.

- Llamar a la reflexión de toda la sociedad sobre el modelo urbanístico actual que vende los pueblos y el país, facilita el blanqueo del dinero y la penetración de las mafias, agota el territorio y el agua, debilita la economía apostando por la construcción especulativa, pervierte la financiación de partidos y ayuntamientos, y poniendo en crisis de credibilidad de las corporaciones locales.

- Recuperación de todos los territorios ocupados que sean de dominio público.


 

NUEVA CULTURA DEL TERRITORIO

(Coordinadora Ciudadana). Málaga, 15 de julio el 2007

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domingo, 8 de julio de 2007

Decálogo NCT

DECÁLOGO PARA UNA NUEVA CULTURA DEL TERRITORIO

La destrucción del territorio ha creado una crisis política y ambiental sin precedentes en la historia de nuestra provincia. Marbella es el paradigma, pero no es un hecho aislado. Hemos urbanizado todo el litoral desde Manilva a Nerja, propiciando un turismo de residentes y creando, en muchos casos, verdaderos guetos de población extranjera. El agotamiento del suelo en el litoral ha hecho que esta actividad se extienda a los municipios del interior, destruyendo nuestras principales tierras agrícolas de calidad.

Todos los datos científicos alertan que ya se está produciendo un cambio climático, cuyas consecuencias inmediatas para la provincia de Málaga son el aumento de temperaturas, la desaparición de playas por la subida del nivel del mar y sobretodo, la disminución de las precipitaciones anuales y el aumento de las lluvias torrenciales (menos agua y mal distribuida) con la consiguiente disminución de los recursos hídricos. Sin embargo en la provincia se sigue actuando como si no pasara nada: aumento del transporte privado y construcción de centrales térmicas (principales causantes del cambio climático), destrucción de playas con paseos marítimos y urbanizaciones, planes para aumentar la población de los municipios sin tener en cuenta sus necesidades de agua, y fomento de la construcción de campos de golf, (grandes consumidores de agua). En la provincia de Málaga, que es la que más campos de golf tiene de España, se proyectan crear más de 70 nuevos campos de golf y construir 600.000 nuevas viviendas en una provincia que cuenta con más de 100.000 viviendas vacías. Nunca hemos tenido tantas viviendas y nunca el acceso a ellas ha sido tan caro.

El dinero fácil de las promociones inmobiliarias ha creado una cultura del pelotazo que ha deslegitimado a las corporaciones locales. Constructores, políticos, abogados y jueces se encuentran entre los implicados en grandes tramas de corrupción. Se ha primado la obtención de dinero rápido sobre la creación de un tejido productivo sostenible. Han aparecido nuevos ricos y nuevos empobrecidos, aunque la bonanza económica ha amortiguado la visualización de estos últimos. Sin embargo este modelo se está agotando. Hemos dilapidado los recursos de generaciones futuras sin pensar en las consecuencias a largo plazo. La caída inevitable de la construcción va a generar una crisis económica que va a afectar fundamentalmente a la población trabajadora. El capital se fugará a otras actividades lucrativas en otros países, pero la destrucción urbanística permanecerá en nuestra tierra, sin que ésta produzca los beneficios prometidos.

Este crecimiento ya no es un objetivo sino el problema. El objetivo tiene que ser la calidad del empleo, la calidad de vida, la conservación de los recursos naturales, la generación de una economía sostenible y diversificada, y todo esto está en oposición al crecimiento urbanístico y demográfico sin límites, y al modelo de segundas residencias.

Para ello proponemos a las Administraciones, Partidos Políticos y a toda la sociedad las siguientes propuestas:

1. Promover Planes de Ordenación del Territorio (POT) que ordenen y protejan el territorio forestal, agrícola y muy especialmente las tierras fértiles y las reservas de agua. Oposición a los PGOUs que hagan propuestas que excedan las necesidades locales de viviendas, urbanizaciones, infraestructura y polígonos industriales.

2. Crecimiento del suelo urbano como máximo un 1% anual. Medidas fiscales y financieras que limiten el modelo de segundas residencias y apueste por la vivienda como objeto de primera necesidad, liberando un 80% de los nuevos suelos para VPO.

3. Retorno al modelo Europeo de legislación donde el suelo siempre está protegido y regulado. Cumplimiento del art. 47 de la Constitución Española garantizando el derecho de acceso a una vivienda digna, el uso del suelo de acuerdo al interés general y prohibiendo la especulación.

4. Moratoria en la aprobación de más campos de golf en la provincia de Málaga. No deben ser aprobados nuevos campos de golf, ni urbanizaciones que degradan el entorno. Los existentes han de regarse exclusivamente con aguas depuradas.

5. Regulación del mal llamado turismo de residencia, limitándolo con medidas fiscales y de control urbanístico.

6. Opción decidida por el transporte público tanto urbano como interurbano, fomentándose la red de ferrocarriles, los cercanías con el interior y la costa, la planificación urbanística para evitar el uso del vehículo privado y el abandono de los proyectos de autopista de peaje Las Pedrizas, o el de aeropuerto en Antequera. No a las térmicas que fomentan la contaminación atmosférica y el cambio climático. Apuesta por las energías alternativas y los planes de reducción del consumo.

7. Racionalizar las explotaciones mineras, cerrando inmediatamente todas las canteras ilegales. Restauración de los grandes impactos provocados, con cargo a las empresas mineras. Puesta en marcha de un plan de recuperación de escombros que haga innecesario el volumen actual de extracciones.

8. Prohibición de la construcción de urbanizaciones difusas, ya que son social, ambiental y culturalmente insostenibles. Los pueblos y ciudades deben crecer desde los núcleos urbanos compactos, no creándose nuevas poblaciones. En el mundo rural sólo debe construirse vinculándose a la actividad agraria. No permitir las conurbaciones que acaban con la identidad de los pueblos.

9. Pedimos mayor responsabilidad a todos los partidos políticos en la elaboración de las candidaturas a cargos públicos, para que recojan ciudadanos capacitados, íntegros, con espíritu de servir al interés general, capaces de resistir las presiones de los grupos inmobiliarios y sensibles con la caótica realidad urbanística que vivimos.

10. Llamar a la reflexión de toda la sociedad sobre el modelo urbanístico actual que vende los pueblos y el país, facilita el blanqueo del dinero y la penetración de las mafias, agota el territorio y el agua, debilita la economía apostando por la construcción especulativa, pervierte la financiación de partidos y ayuntamientos, y poniendo en crisis de credibilidad de las corporaciones locales.

NUEVA CULTURA DEL TERRITORIO

(Coordinadora Ciudadana Málaga)

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