sábado, 11 de abril de 2009

Autopista Las Pedrizas ¿Peor imposible?

AUTOPISTA DE PAGO LAS PEDRIZAS-MÁLAGA
¿PEOR IMPOSIBLE?


La construcción de esta autopista es la historia de una cadena de despropósitos propio del modelo de sociedad que ahora está en crisis. El primer impulsor de esta infraestructura fue Álvarez Cascos, cuya política neoliberal y en pro del capitalismo salvaje hacía inútil cualquier protesta. Nos congratulamos cuando cayó el PP, ya que aún nos quedaba cierta inocencia para creer, o es que queríamos creer que, cuando Miguel Ángel Heredia declaraba que esta obra era una barbaridad injustificada e innecesaria, ellos frenarían en caso de ganar las elecciones. Nosotros, no nos avergüenza decirlo, tuvimos esperanzas. ¡Qué ilusos! Después, cuando efectivamente ganaron, se convirtió en uno de sus proyectos más publicitados, usando el poder de los medios para crear una opinión favorable en una sociedad propensa a tragarse lo que le echen, sin ahondar más allá. La indignación y la rabia nos llevó a muchos foros, incluso al Ayuntamiento de Málaga, donde un Enrique Salvo Tierra, tal vez avergonzado al vernos las caras, confirmaba la sentencia en pro del “bien común”.
En nombre de una falacia, como es la preocupación insistente en sus discursos por el cambio climático y por una política proteccionista de la Naturaleza, el Gobierno se inclina por la construcción de obras faraónicas que destruyen lo que afirman proteger.
Nuestras esperanzas en el sistema de justicia democrática han ido languideciendo a lo largo de esta lucha desigual y agotadora. Vivimos en nuestra piel, o mejor sufrimos, esta sangrante y cínica contradicción de nuestros gobernantes. Es cierto, la están haciendo y ¡de qué manera! Ni siquiera nos queda el consuelo de que se respete la normativa dictada por el Ministerio de Medioambiente y publicada en el BOE. ¡Qué gasto tan inútil de papel! Esta normativa no es más que papel mojado, un puro trámite administrativo que les da vía libre para hacer lo que quieran y como quieran, pero que nadie ha pensado, ni por asomo, en cumplir, ni en exigir que se cumpla, excepto nosotros. Basándose en esta normativa , que, parece ser, se adapta a los requisitos exigidos por la UE, nuestras denuncias en el Parlamento europeo han sido desestimadas. No obstante, hemos visto y vemos continuamente cómo la empresa responsable de la obra, Sacyr, o no parece conocer la normativa, o, simplemente la ignora. Por lo visto, la justicia sólo penaliza al ciudadano de a pie, políticos y empresarios son inmunes.
La lista de incumplimientos es interminable. Según el BOE se evitarán vertederos de tierra sobrante (antes no sobraban) de los desmontes en la zona. El problema de toneladas de tierra procedente de los montes horadados y desaparecidos no estaba resuelto al inicio de la obra. El BOE señalaba que habría que buscar una solución antes de empezar los trabajos de destrucción. Sin embargo, nunca se hizo. De hecho, el valle se ha llenado de vertederos incontrolados. “La política de favores” ha sido el denominador común. La empresa ha llegado a acuerdos ilegales con los vecinos, ampliando sus parcelas a cambio de vertederos, o bien actuando con alevosía en zonas que nadie controlaba. El Ayuntamiento de Casabermeja, también ha buscado la parte de favores que le corresponde, dejando al campo y a su gente a su mala suerte... De la “generosidad” de la empresa, queda como testimonio una cancha polideportiva en el pueblo, amén de la posibilidad de una entrada a la autopista que sirve para comprar el silencio de unos y otros. Entretanto el campo se va erosionando como nunca antes lo habíamos visto, enormes cahorros que vierten, ausente de protección vegetal, la tierra suelta sobre el cauce del río. Posiblemente cientos de toneladas de tierra erosionada colmatan ahora los fondos del pantano de Casasola.
Poco se ha entendido entre los vecinos y, quizás, en el propio Ayuntamiento, nuestra postura. En un momento de la lucha se nos aisló, la propia empresa puso a los vecinos en nuestra contra diciendo que les habíamos denunciado a causa de los vertederos. Era una artimaña más de la empresa Sacyr, pues aunque los vecinos desconocieran la ley, ellos sí la conocían y actuaban en clara ilegalidad. Hemos sufrido amenazas por intentar proteger lo que nadie protege. Árboles y plantas arrancados de cuajo, vaguadas cegadas, otras brechas en el territorio abiertas, esta vez, por el agua que busca nuevas salidas. Naturaleza muerta, asfixiada por toneladas de tierra, sin que nadie alce una voz por ella.
¿Cuánta agua necesita una obra de tamaña envergadura? Pensad que se inició en un año de plena sequía, donde se hablaba de restricciones y el agua escaseaba. Hubo numerosos accidentes con el paso de la maquinaria pesada. Se rompieron tuberías de las que salía el agua a borbotones durante horas, mientras los vecinos mirábamos impotentes, y nos quedábamos sin el preciado líquido. ¿De dónde sacaban tanta agua? Han construido balsas para su abastecimiento, el río, que es de todos, se privatiza para los intereses de Sacyr y su autopista. Los cauces de los ríos se han visto afectado por la tierra arrastrada de los desmontes, han sufrido estrechamientos, desvíos, la vegetación de ribera arrancada, amén de la basura que arrojan los trabajadores (tetabricks, plásticos, hierros, tablas, papeles, cascos, guantes, latas de cerveza o de refrescos vacías, envases de comidas precocinadas...). En verano, debido a la escasez de agua, y a lo agresivo de las obras; camiones gigantescos de día y de noche levantaban enormes nubes de polvo en medio de un ruido ensordecedor. Finalizada la jornada laboral, llegaba el camión de riego. Entonces, supimos que el desprecio a la Naturaleza es extensivo a las personas que aquí vivimos. Un olor nauseabundo se extendía por el Valle. Olía a mierda pura y, efectivamente, comprobamos que nos estaban regando con aguas fecales. Por eso, durante el día nos masacraban moscas y mosquitos. Pusimos la correspondiente denuncia a la Delegación de Sanidad quien nos contestó que el asunto no era de su competencia sino de la Agencia andaluza del agua que ni siquiera contestó.
Hemos denunciado también las afectaciones al cauce del río Cauche. ¿He de decir que la respuesta ha sido el silencio? También hemos presentado la correspondiente denuncia en la Fiscalía de Medioambiente, nada...
Es difícil, para el que no ha pasado una experiencia como esta imaginársela, ver que diariamente te cambian el paisaje querido por una monstruosidad de hormigón e hierro, ver con qué impunidad se hacen las cosas, con qué indefensión para los que quieren que la ley se cumpla, y son vistos como enemigos por las administraciones, la empresa, los vecinos y el propio Ayuntamiento. Incluso el horario de “trabajo” de los trabajadores ha sido y es un motivo más de lucha. El BOE estipula que sea de 8 a 22 horas como máximo. Sin embargo, empiezan y terminan cuando les da la gana. A veces nos despiertan a la seis de la mañana las máquinas, los martillazos, las hormigoneras, o están trabajando más allá de las 12 de la noche. Sin contar con los barrenos a las tres, las cuatro, las cinco de la madrugada... La casa tiembla, nos sentimos asediados en una batalla que no hemos elegido, como tantas... Hemos protestado a la empresa, hemos llamado a la Guardia Civil, hemos presentado escritos en el Ayuntamiento. Nada.
Seguimos en minoría, buscando un hueco donde quieran oírnos, porque nos negamos a guardar silencio, el silencio nos hace cómplices, y hay que hablar, hay que denunciar en una sociedad adormecida, anestesiada, acunada por los discursos del poder. Mi última carta ha sido para el Defensor del Pueblo Andaluz. Me ha contestado que la construcción de esta autopista no es competencia del Gobierno andaluz sino del Ministerio de Fomento y del de Medioambiente. ¡Magnífico! Los andaluces no tenemos nada que decir de lo que ocurra en nuestro esquilmado territorio. La persona nombrada por Fomento para vigilar que se cumpla la Declaración de Impacto, actúa más como representante de la empresa que como responsable público encargado de evitar tantos desmanes.
Para colmo, es posible que la obra se quede parada por años, y los montes y los cauces descarnados. Sacyr no tiene dinero suficiente. Debe a varias subcontratas que le piden más dinero para continuar. Por otro lado, está solicitando/chantajeando a la Administración más tiempo de concesión y posiblemente también dinero para seguir las obras.
En definitiva, esta autopista obedece, como tantas otras infraestructuras, a oscuros y sucios intereses políticos y económicos, que no al bien común. Una autopista que se está haciendo sin las mínimas medidas de protección al medio, sin respeto ni a la Naturaleza, ni a las personas que no se quieren vender; cuyos desmanes se hacen con la connivencia y el silencio del poder, un poder que se autoproclama defensor de la Naturaleza y que amenaza con nuevas barbaridades, como si la única forma de salir de la crisis fuera agudizar el mal que nos ha llevado a ella



Virginia Téllez Rico
Plataforma Autopista No (Casabermeja)

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viernes, 10 de abril de 2009

La Eurocámara advierte a España

LA EUROCÁMARA ADVIERTE A ESPAÑA

En un reciente informe se hablaba que la corrupción urbanística afecta al setenta por ciento de los municipios españoles y de que dicha corrupción afectas a todos los partidos, por lo tanto es la ley de Regimen Local lo que está mal hecho, la misma que permite que un alcalde goce casi de impunidad y tenga un enorme poder. Nos quejamos de que Hugo Chavez intente perpetuarse en el poder, pero que podemos decir de los políticos españoles que se quedan en los puestos indefinidamente y en algunos casos, como las alcaldías, las han hecho heredables de padres a hijos.

De nuevo la corrupción urbanística española ha sido objeto de debate en Europa y ha motivado una condena del Parlamento Europeo y una amenaza de congelación de los fondos estructurales si no se corrigen los excesos. Las frases dentro de la condena son duras, se habla de “abusos urbanísticos” de “desarrollo insostenible que genera una corrupción endémica”, de que la justicia española “no está preparada y propicia figuras legales que fomentan la corrupción”. Critica concretamente los casos de Marbella, Estepona y la zona de Levante.

Esta resolución es la tercera que elabora en cuatro años el parlamento europeo.

La imagen de nuestro país está quedando muy deteriorada, se ha engañado descaradamente a inversores europeos y se está destruyendo nuestra principal industria, el turismo basado en las playas y en un paisaje bien conservado, si a ello añadimos que la generación de trabajo se basaba en la construcción y que el turismo está empezando a mirar hacia otras zonas mediterráneas como el norte de África, Croacia y la antigua Yugoslavia, bien podemos pensar que estamos matando a la gallina de los huevos de oro.
Como ejemplo del concepto que tiene de esta nación puede servir la siguiente fotografía que preside la sede de Consejo de la UE, España es una hormigonera vertiendo cemento.


Andrés Rodríguez González. Profesor IES (Ronda)
Asociación Rondeña de Amigos de los Caminos Andaluces

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