El impacto medioambiental y sus perversiones

AUTOPISTA Y CONVERSACIONES CON SACYR

Llevamos ya tres años de obras en la construcción de la autopista de peaje Las Pedrizas – Málaga. En este trienio hemos golpeado muchas puertas: políticos, instituciones, ayuntamiento de Casabermeja, Guardia Civil, Defensores del pueblo (andaluz, estatal, Parlamento Europeo), Fiscalía y Ministerio de Medio Ambiente, la propia empresa Sacyr y cartas, muchas cartas como esta a diferentes medios de comunicación. Sin embargo, no hemos conseguido que se respeten nuestros derechos como ciudadanos, ninguno de los antes mencionados parece tener suficiente poder, autoridad o interés; en defender algo tan simple como nuestro derecho al descanso. Sigue sin respetarse el horario estipulado en la inservible normativa de Impacto Medio ambiental, necesaria antes de la ejecución de esta obra.

Los responsables contratados por Sacyr han hablado varias veces con nosotros, en otras circunstancias podrían ser hasta nuestros amigos, en estas, claro está, que difícilmente. Les hemos expresado reiteradamente nuestras quejas, les hemos dicho que no podemos soportar más este ir y venir de camiones, martillazos, grúas durante todo el día hasta altas horas de la noche y, de nuevo a las 6 de la mañana, por no hablar de las explosiones de dinamita que hemos venido sufriendo a lo largo de estos tres años a las 3:00 AM, 4:00 AM, o 6:00 de la madrugada. Por cierto, el Defensor del pueblo contestó a mis quejas diciendo que “No les consta tal hecho”, tal vez les constaría si les explotara más cerca de sus domicilios.

Ni siquiera este magnífico y accidentado puente de la Constitución y la Inmaculada hemos podido descansar tranquilos, pues se ha trabajado a destajo. Puede que intenten recuperar a costa de nuestros nervios el atraso provocado por los seis meses de parón, habida cuenta de que a Sacyr le fallaban las cuentas y “algún benefactor generoso” ha salido a sacarles las castañas del fuego. Espero no tener nada que ver con ese misterioso benefactor, no me gustaría nada ser mi propio verdugo.

A la vista de tanta desesperación e impotencia, continúo insistiendo en mis demandas, porque ¿qué otra cosa puedo hacer? Las promesas de los responsables de Sacyr duran pocas horas. La pasada noche (aproximadamente eran las 22:00) llamé a la encargada de Medio Ambiente de la empresa explicándole lo hartos que estábamos y que a esas horas se seguían pegando martillazos. No puede ser, ahora mismo llamo al encargado de obras y en menos de 30 minutos te aseguro que van a parar. Efectivamente, así fue. Me volvió a llamar asegurándome que hoy, sábado, las obras no se reanudarían hasta las 9:00 AM. Pero a las 6:00 de la mañana ha empezado el trasiego de camiones y, poco después, los martillazos en la estructura metálica, que ahora “decora graciosamente” el paisaje. Me han despertado bruscamente de la cama y yo, a mi vez, he despertado a la responsable de Sacyr. Es increíble, me dice con voz de recién levantada de la cama, el lunes voy a tener otra reunión con ellos y volveré a tratar el tema. ¿Y qué hacemos hasta el lunes?

Vuelvo a escribir, volveré a presentar esas inútiles demandas a políticos e Instituciones para los que merecemos tan poco la pena, pues están más interesados en defender los intereses de otros españoles bastante más importantes y poderosos que nosotros.

Virginia Téllez Rico
Plataforma Autopista No (Casabermeja)