EL PAISAJE DE LA RUA Y EL PATRIMONIO
Existe un dicho que más o menos viene a decir la dimensión del espacio depende de la amplitud de nuestra mirada. En el caso del Paisaje se cumple plenamente.
El concepto de Paisaje en sí mismo es multidimensional y muy complejo, por lo tanto que cualquier definición resulta incompleta. El Convenio Europeo de Paisaje del año 2000, lo define como “cualquier parte del territorio, tal como la percibe la población, cuyo carácter es el resultado de la interacción entre el hombre, la naturaleza y el tiempo”.
Para un ecólogo, es decir un científico, el Paisaje está conformado por el tipo de rocas sobre el que se asienta, que da un aspecto en la forma del relieve y un suelo que alberga las plantas y los animales que viven de ellas, pero no debemos olvidar el principal actor, la actividad humana con su actividad de alteración y el factor tiempo ya que nunca es estático, en ese caso sería un paisaje muerto, como un bodegón pintado o una fotografía. Es decir, un paisaje es la suma de la geología, los seres vivos y el ser humano con el dinamismo del cambio en el tiempo. Pero para cada persona el mismo paisaje representa cosas muy diferentes ya que vemos lo que nuestra formación, nuestros sentimientos y nuestras vivencias nos permiten captar. En definitiva todo es Paisaje. Un concepto y una concepción humana, muy mediatizada por la cultura y la personalidad del observador y que, al estar sometido a interacciones a lo largo del tiempo, amplia el grado de dificultad en su significado ya que implica dinamismo y cambio. Un concepto complejo y difícil de comprender, que requiere sensibilidad y educación para su análisis.
Que yo diga que el Paisaje es uno de los principales atractivos de la ciudad de Ronda, es una verdad con la que creo, todo el mundo está de acuerdo. Es un recurso muy importante. Asomarnos a los monumentos de Ronda es disfrutar del paisaje que los rodea, es como un cuadro precioso con un marco espectacular, realza todavía más los valores de la pintura. Esta riqueza es una de nuestras señas de identidad y un recurso que influye en la calidad de vida de los ciudadanos, su mantenimiento y potenciación constituye a la vez un buen indicador de nuestro nivel de desarrollo y cultura. El paisaje forma parte del patrimonio tanto material como inmaterial de Ronda y la comarca, por lo que debe ser tratado como bien común, definiendo unos objetivos de calidad y unas correctas líneas de gestión.
Cuando los expertos que tiene que dictaminar la concesión a Ronda del título de Patrimonio de la Humanidad vengan a Ronda para hacer sus informes, seguro que la comisión encargada termina su visita en los balcones de la Alameda, disfrutando de esas puestas de sol inigualables, para algunos como yo, las mejores que nunca he visto. Si se hiciera la aberración de urbanizar la zona de la Casa Rua, ¿Cómo conseguir que los expertos miren hacia las Sierras de Grazalema disfruten de la puesta de sol y no vean las cicatrices que la especulación urbanística ha provocado en la otra cornisa del Tajo?.
Existe muchas y poderosas razones para evitar de la forma que sea que se urbanice esa zona, sin duda, los gobernadores actuales se han encontrado un problema muy grave, hacer compatible los derechos de la propiedad reconocidos por el más alto tribunal andaluz con el deseo de conservar el patrimonio paisajístico de la ciudad de Ronda y su entorno. La construcción prevista, aunque se busque disimularla visualmente constituiría un atentado paisajístico de la misma gravedad que la construcción en su día de la Casa de la Cultura o el teatro en terrenos de la Alameda. Estoy seguro que el equipo de gobierno sabrá convencer y compensar con otros terrenos más rentables a la propiedad a cambio de que renuncien a los derechos que la justicia les ha reconocido.
Andrés Rodríguez González es miembro de A.R.A.C.A. Profesor I.E.S. (Ronda)
La Serranía Natural
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