miércoles, 9 de enero de 2008

La autopista del disparate

LA AUTOPISTA DEL DISPARATE: DIEZ RAZONES PARA OPONERNOS Y UNA ALTERNATIVA RACIONAL

En un famoso pasaje de “Le Petit Prince”, de Saint Exupèry, un mercader dice al muchacho que vende píldoras para aplacar la sed, y que si las toma ahorraría hasta 53 minutos por semana. A esto contesta el pequeño que si dispusiera de 53 minutos, se dedicaría a buscar una fuente para beber agua pura.

Venga esta cita a cuento, ante el propósito de la administración andaluza de realizar una autopista de peaje (“social”, dicen, tal vez por tranquilizar conciencias de clase) entre Ronda y Marbella, para mejorar la seguridad y acortar distancia y tiempo (hablan de un trayecto de unos veinte minutos), favoreciendo así, tanto el acceso a la Ciudad del Tajo a los visitantes, como el desplazamiento de trabajadores.

El trazado propuesto, según vídeo del proyecto, iría casi paralelo a la actual carretera, aunque partiendo del cruce de Benahavís. Seguiría el valle del Guadalmina hacia el norte hasta alcanzar la zona del Puerto de la Viñas, en la divisoria de aguas Guadalmina-Genal. El camino atravesaría valle del río Seco, alcanzaría la espalda de Igualeja, luego de Parauta, y por el este de la Cancha de Almola se dirigiría hacia Ronda.

El Grupo de Trabajo del Genal quiere posicionarse ante este macroproyecto, que entendemos alteraría el paisaje por donde transcurre, dañando irreversiblemente numerosos ecosistemas, y propiciando posibles ilegalidades de carácter ambiental, por invadir gran parte de zonas protegidas.


Estas serían nuestras razones:

1. La filosofía del proyecto: técnicamente disparatado, ambientalmente nefasto y de consecuencias irreversibles, social y humanamente prescindible, y económicamente muy costoso.

2.El trayecto irrumpe, como se ha anticipado, por el valle del Guadalmina, un territorio protegido por la Directiva de Hábitats. Se destruirían cientos de hectáreas de bosque mediterráneo, con grave afectación de la serie de vegetación endémica de Sierra Bermeja del pino negral con coscoja (Pino pinastri-Querceto cocciferae), y a los numerosos endemismos que crecen en las serpentinas de dicho conjunto de sierras (Armeria colorata, Silene Fernandezii, Staehelina baetica, Galium viridifolium)

3. También se afectarían gravemente las dolomías de la Sierra de las Nieves, contacto con la intrusión ultramáfica de Sierra Bermeja, solar de la asociación de pinos negrales con sabinas (Pino pinastri-Junipereto phoeniciae). Además, y ya en el Valle del Genal, también protegido por la citada Directiva, se dañarían los cultivos del castañar (Castanea sativa) una arboleda reintroducida en esta tierra desde hace milenios, y que forma parte inequívoca de este paisaje, hasta el punto de ser hoy la seña de identidad de todo el Havaral o Alto Genal, y la mayor masa de castaños al sur de la Península Ibérica.

4. Los movimientos de tierras, túneles, taludes, provocarían graves daños en un territorio considerado como muy frágil. La propia naturaleza de las peridotitas, piénsese que habrían de moverse millones de toneladas de roca, propiciaría más que probables desprendimientos, al hallarse este roquedo muy alterado por la meteorización, y ser por ello muy poco consistente.

5. Añádanle los posibles daños si se toca el acuífero carbonatado de Jarastepar. Considerado como el mayor regulador de la cuenca del Genal, cualquier afección tendría nefastas consecuencias para las surgencias de este tramo del valle y, por tanto, para el Bajo Guadiaro y su estuario.

6. El impacto visual será terrible. El valle del Guadalmina será mancillado por una ancha cicatriz que partirá en dos lo que constituye una unidad de paisaje muy poco alterada. De igual manera, el Havaral quedaría gravemente dañado.

7. Gravísimos impactos para la avifauna, ya de por sí afectada con el actual trazado.

8. La contaminación es otro punto a tener en cuenta. Se trata de una vía rápida, que subirá hasta algo más de mil metros de cota: mayor consumo, mayor CO2, mucho más ruido.

9. La autopista es un auténtico despilfarro. ¿Qué haremos con la antigua vía? ¿En cuántos millones de euros excederá a lo presupuestado, una vez que las complejidades geofísicas hagan su aparición?

10. Se pretende, dicen los responsables, que la autopista sea “social”, con ventajas para los trabajadores que bajan a diario a la Costa. Es decir, el peaje habrán de pagarlo los turistas, a los que se castigaría con un impuesto para poder disfrutar de las bellezas de Ronda y sus alrededores. Pero, además, nos tememos que ésta será una vía por donde se inocule en vena, mediante el asfalto, el terrible veneno del ladrillo y la especulación a estas pequeñas comunidades de montaña.

Así pues, pensamos que esta construcción no puede ser el futuro para las gentes del Genal. Por tanto, mejor que llevar rápidamente a la costa a los trabajadores, tratar de invertir en políticas de cohesión y vertebración de la comarca, en comunicaciones internas, en instrucción, en recuperación del patrimonio campesino, en la restauración de los paisajes y los entornos urbanos, en planes eficaces de reforestación y cultura (de “cuidado”) del monte.

Y en cuanto a Ronda, tan necesitada por otra parte de vertebración con los grandes ejes andaluces, proyéctense mejoras en las carreteras y el ferrocarril (que es el futuro), y hágase una política de excelencia en torno a su extraordinario patrimonio natural y cultural.

Frente a esta obra faraónica, descabellada y dañina, planteamos una alternativa posibilista, económica y de escaso impacto. Si de lo que se trata es de acortar distancias y mejorar la seguridad vial, proyéctense la mejora del trazado de curvas, mediante desmontes o pequeños puentes, y carriles adicionales para tráfico lento. La ruta podría llevar unas áreas de descanso panorámicas, con paneles informativos, al estilo de las que han hecho en la carretera Ronda-Algeciras, sobre el Guadaiza, el Guadalmina, el río Seco, mirando al Genal y a la Sierra de las Nieves, y uno final cuando aparece Ronda.

De esta manera, la nueva vía se convertiría en una atracción en sí misma, más segura para los usuarios habituales, más atractiva para los ocasionales. ¿El tiempo?, convengamos en que con estas mejoras el trayecto se acortaría hasta los treinta o treinta y cinco minutos. No hay que pedir más, pues piénsese en que la nieve del invierno y las lluvias y nieblas tan frecuentes dificultan el viaje en cualquier circunstancia. Para acabar, recreemos en nuestra carretera la sabia enseñanza del Pequeño Príncipe:

Pues yo, con el tiempo que se pretende que ahorre con una autopista, me dispongo a beber en una fuente, a contemplar las sierras nevadas, los castañares de oro o la puesta de sol sobre la Dorsal, y a escuchar el canto acompasado del viento sobre los infinitos pinares del Río Guadalmina.


José Antonio Castillo Rodríguez. Geógrafo. DNI 24778123-Q. Tel.952787836
(Grupo de Trabajo Valle del Genal)

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